Los negacionistas de la violencia obstétrica tienen a su disposición un nuevo estudio para contrastar su punto de vista.
Se trata de una investigación publicada el mes pasado en la prestigiosa revista Women and Birth y que da cuenta de la gravedad del problema de la violencia obstétrica en España: 67,4% de mujeres que participaron en el estudio perciben haber sido maltratadas durante el parto y nacimiento de sus bebés.
La investigación, The magnitude of the problem of obstetric violence and its associated factors: A cross-sectional study, realizada por Martínez-Galiano, Martínez-Vazqueza, Rodríguez-Almagro y Hernández-Martínez, de las universidades de Jaén y de Castilla-La Mancha, y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), consistió en un estudio observacional transversal, realizado en 2019, en el que participaron 899 mujeres que habían dado a luz en España, en los últimos 12 meses.
El estudio, que tenía como objetivo determinar la prevalencia de la violencia obstétrica en el sistema sanitario español, tanto público (81,9% de la muestra) como privado, así como identificar los factores asociados, arroja unos resultados que deberían llevar a la reflexión y a la acción.
Violencia obstétrica: más preparación al parto, mayor maltrato percibido
Los investigadores midieron el impacto de la violencia obstétrica en sus variantes verbal, física y psicoafectiva, y estos fueron los principales hallazgos:
- 67,4% reportó haber sufrido alguna forma de violencia obstétrica.
- 54,5% indicó haber sufrido violencia física.
- 36,7% percibió violencia psicoafectiva.
- 25,1% señala haber padecido violencia verbal.
En general, se observó mayor incidencia de violencia obstétrica en mujeres que asistieron a programas de preparación al parto, las que presentaron un plan de parto que no fue respetado, las que recibieron anestesia epidural, a las que le practicaron episiotomía, las que necesitaron una cesárea de emergencia, y aquellas cuyo bebé necesitó ser ingresado en unidades de cuidados intensivos.
Cuando la práctica clínica va contra la evidencia científica
Entre las formas más comunes de violencia obstétrica percibida por las mujeres que participaron en el estudio, destacan:
- Exploraciones vaginales repetitivas hechas por diferentes profesionales (22,2%)
- Sentimientos de vulnerabilidad, culpa e inseguridad (22,2%)
- Inducción farmacológica del parto (21,8%)
- Presión abdominal (maniobra de Kristeller) (18,8%)
- Ruptura artificial de membranas (18,6%)
- Episiotomía sin consentimiento (18,2%)
- Impedimento para realizar piel con piel (18%)
En el estudio se conceptualiza la violencia obstétrica como:
«Cualquier acción, conducta u omisión sobre los derechos de la mujer embarazada, en los que ella percibe un trato jerárquico y deshumanizado, como consecuencia de patologizar y medicalizar un proceso fisiológico como el parto, con la consiguiente pérdida de autonomía y privación de la capacidad de la mujer para decidir libremente, lo cual afecta su calidad de vida».
Esta definición incluye una serie de acciones como la realización de procedimientos sin haber obtenido el consentimiento previo de la mujer, falta de respeto, ejecución de prácticas clínicas no recomendadas, maltrato físico, insultos, discriminación, violación del derecho a la intimidad, infantilización de la mujer y falta de atención y cuidados apropiados.
Aceptar para cambiar
Este estudio se suma al que en 2020 publicó el grupo encabezado por Desirée Mena-Tudela, de la Universitat Jaume I, en el que se constataba la existencia en España de:
“un serio problema de salud pública y de respeto a los derechos humanos en cuanto a la violencia obstétrica”.
Igual que ocurre en otras situaciones, la primera condición para el cambio es aceptar la existencia del problema. Ante esta nueva evidencia sobre la magnitud de la violencia obstétrica en España, hay quienes pueden seguir negándola, y hay quienes pueden trabajar desde su ámbito de acción para cambiar las cosas.
Y, como se ha señalado en repetidas ocasiones, no parece tan difícil ponerle remedio a esta situación, que constituye una clara violación de los Derechos Humanos de las mujeres: ¡basta con cumplir la Estrategia de Atención al Parto Normal del ministerio de Sanidad!
Entonces, ¿por qué no se hace?
Enlaces de interés sobre violencia obstétrica
Estrategia de Atención al Parto Normal
Observatorio de la Violencia Obstétrica de El Parto es Nuestro
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