Primer paso
Deja de dar pasos para alcanzar la felicidad.
Siéntate, cierra los ojos, respira y sonríe.
Segundo paso
Abandona la falsa creencia de que la felicidad te llegará algún día, en el futuro.
Tú puedes ser feliz hoy, con lo que eres, con lo que tienes.
Tercer paso
No confundas bienestar material y felicidad. Todas las investigaciones transculturales coinciden en señalar que, superado cierto umbral de pobreza y de riqueza, no existe diferencia entre la felicidad que declaran sentir las personas, con independencia del dinero que tengan.
Cuarto paso
¡Movilízate, pasa de la queja a la acción!
Deja de pedir y ofrece.
Comprométete con un proyecto que sea verdadero para ti y útil para los otros.
Quinto paso
Si puedes perdonar, perdona. Si no puedes perdonar, exige reparación. Si no estás en condiciones de perdonar ni de exigir reparación, no odies. El odio es un boomerang.
Sexto paso
Si solo te preocupas por tu bienestar, preocúpate por los demás.
Si solo te preocupas por los demás, preocúpate por tu propio bienestar.
Séptimo paso
Practica la toma de perspectiva. Acostúmbrate a observarte a ti mismo desde las alturas, como un globo sobrevolando una ciudad desconocida, o, incluso, desde más allá, como te verías desde la Estación Espacial Internacional.
Regocíjate en la insignificancia de tu existencia.
Octavo paso
Haz lo contrario del séptimo paso. Regocíjate en la grandeza de tener una consciencia que te permite darte cuenta de tu dignidad como persona. Alégrate, simplemente, de ser.
Noveno paso
Ejercítate hablando con el cadáver que serás. Pregúntale a la imagen futura de ti mismo, muerto o muerta, qué haría ante determinada situación, de qué forma viviría si pudiera vivir de otra manera.
No olvides que el cadáver que serás ya vive en ti.
Décimo paso
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¿Verdad que no?
Volvamos al primer paso: deja de dar pasos para alcanzar la felicidad.
Siéntate, cierra los ojos, respira y sonríe.
Una respuesta a «10 pasos para alcanzar la felicidad»
Excelente, justo lo que necesitaba. Nos confronta con las ideas erróneas que podemos tener. Nos invita a un cambio de perspectiva, necesario para ser felices.