¿Por qué me interesa el tema del parto en casa?
La primera motivación es mi abuela materna, Trina Gil de Villafranca (1914-1999). Trina, una recia mujer de piel morena, parió, entre 1934 y 1957, diez hijos e hijas, nueve de ellos en casa, una humilde vivienda en una barriada popular de Caracas.
En dos de los partos, Trina recibió a los bebés con sus propias manos, pues la comadrona no llegó a tiempo. Con el último nacimiento ocurrió un fenómeno extrañísimo en aquel tiempo no tan remoto (1957): ¡mi abuela dio a luz fuera de casa, en un hospital!
La historia de Trina viene a cuento porque es típica de una transformación fundamental ocurrida en la sociedad occidental, durante la segunda mitad del siglo XX: pasamos de nacer en casa a nacer en hospitales.
La segunda motivación por la que comencé a investigar sobre este asunto fue el nacimiento planificado en casa de mi hija Maya, en el que tuve la suerte de acompañar a mi pareja, en una experiencia excepcional y transformadora.
De allí surgió mi trabajo de fin de carrera en Psicología: Parto planificado en casa versus parto hospitalario y activación cerebral en la mujer (Uned, 2014).
¿Existe suficiente evidencia científica sobre la seguridad del parto en casa?
La respuesta es afirmativa. En su mayoría, los estudios coinciden en que un parto planificado en casa es una opción que no conlleva más riesgos para la madre o para la criatura que el parto hospitalario, y que, incluso, podría ser más beneficioso para ambos.
Una investigación pionera fue la de Johnson y Daviss (2005): Outcomes of planned home births with certified professional midwives: large prospective study in North America, en la que se compararon, con estadísticas hospitalarias de Estados Unidos, resultados de una muestra de 5.418 mujeres estadounidenses y canadienses, que planificaron el parto en casa.
En este estudio no se registró ningún fallecimiento entre la muestra de parto en casa. Además, descendió de manera sensible el número de intervenciones médicas. Solo 2,1% de mujeres que tuvieron el parto en casa sufrieron episiotomía, frente a 33% de las atendidas en hospitales. De las que iniciaron trabajo de parto en casa, a 3,7% se les practicó cesárea, mientras que en los hospitales la tasa de cesárea fue 19%
Sin embargo, este trabajo de Johnson y Daviss recibió críticas por falta de consistencia estadística. Además, este tipo de estudio prospectivo tiene la dificultad de que no permite distinguir si otras variables presentes en la muestra son las causantes del fenómeno, como, por ejemplo, el nivel sociocultural o la mayor autoconfianza en su capacidad de parir, entre las mujeres que eligieron dar a luz en casa.
Beneficios del parto en casa
Otro estudio destacable es el de Patricia Janssen y su equipo (2009): Outcomes of planned home birth with registered midwife versus planned hospital birth with midwife or physician, en el que se compararon resultados de partos planificados en casa versus nacimientos en hospital, con matronas o con médicos.
En el diseño de este estudio se trabajó con una muestra de casi 13 mil mujeres de Canadá, distribuidas en tres grupos:
- Parto planificado en casa.
- Parto hospitalario atendido por matronas (el mismo equipo profesional que atendió los partos en casa).
- Parto atendido por obstetras.
Janssen y su equipo encontraron que los partos planificados en casa tenían una baja tasa de muerte perinatal, y sufrían menos intervenciones obstétricas y otros resultados adversos, que los nacimientos ocurridos en hospitales, tanto los atendidos por matronas como por médicos.
La investigación de Janssen también halló beneficios para los recién nacidos en casa, quienes tuvieron menos probabilidad de necesitar resucitación al nacer, requerir terapia de oxígeno durante las primeras 24 horas o de sufrir traumatismos.
Si las dos investigaciones anteriores trabajaron con muestras modestas (y esa fue parte de la crítica que recibieron), el equipo de Ank de Jonge (2009), matrona y profesora de la Universidad Libre de Ámsterdam, utilizó una cohorte de 530 mil mujeres que planificaron un parto en casa.
Al igual que en los estudios anteriores, la extensa investigación de De Jonge no encontró diferencias significativas entre el parto planificado en casa y el nacimiento en hospitales.
Un estudio reciente realizado en el estado de Washington (Nethery et al. 2021: Birth Outcomes for Planned Home and Licensed Freestanding Birth Center Births in Washington State), se compararon los resultados de 10,609 nacimientos, 40.9% de los cuales fueron partos planificados en casa, en los que se cumplían determinadas condiciones de seguridad: gestación a término, un solo bebé, sin anomalías conocidas, con presentación cefálica; madre sin cesárea anterior, sin trastornos hipertensivos y sin diabetes.
Los resultados de este estudio confirmaron que el riesgo de parir de forma planificada en casa no es superior al de ser atendida en un hospital.
La solidez de la evidencia de los estudios que avalan la seguridad del parto en casa, llevó, en 2014, al británico National Institute for Health and Care (NICE), a recomendar a las mujeres del Reino Unido, con bajo riesgo y no primerizas, elegir como opción preferente el parto en casa.
En Estados Unidos, donde la tasa de parto en casa se ha duplicado durante la última década -aunque aún no supera, como en España, el 1%-, el estudio más amplio ha sido el de Cheyney (2014), con casi 17 mil mujeres. Los resultados fueron similares.
No obstante, estos estudios no son concluyentes para una parte del estamento científico, que reclama muestras aleatorias, a pesar de la dificultad -y de las cuestiones éticas derivadas- de diseñar un estudio en el cual las mujeres acepten parir en casa o en el hospital según el azar.
Sí es posible afirmar que, con la evidencia disponible hasta ahora, parir de forma planificada en casa, en un embarazo sin riesgo, es tan seguro como recibir atención hospitalaria.
Incluso, el American College of Obstetricians and Gynecologists, que se ha opuesto de forma sistemática al parto en casa, ha matizado su postura (agosto, 2016), pasando a reconocer que las mujeres tienen derecho a elegir, de manera informada, en qué sitio desean parir.
Condiciones esenciales para un parto seguro en casa
De acuerdo con las recomendaciones de la investigación científica, existen tres condiciones imprescindibles de seguridad a tomar en cuenta en caso de decidir un parto planificado en casa:
- Previsión de bajo riesgo.
- Asistencia de una matrona cualificada.
- Facilidad de transporte a un hospital cercano.
En el llamado Primer Mundo la tasa de mortalidad perinatal es muy baja. Según la Organización Mundial de la Salud, 99% de las muertes de parturientas o de bebés ocurren en el llamado Tercer Mundo; no porque las mujeres den a luz en casa, sino por causas relacionadas con el hambre y la pobreza.
Es preciso, sin duda, seguir investigando sobre la seguridad del parto planificado en casa. Pero no solo con grandes estudios estadísticamente satisfactorios, sino acercándose desde otras perspectivas, como la pesquisa etnográfica (Silveira Feyer et al. 2013) elaborada por un grupo de la escuela de enfermería de la Universidad de Santa Catarina (Florianópolis): Rituais de cuidado realizados pelas famílias na preparação para a vivência do parto domiciliar planejado.
En este estudio cualitativo encontramos palabras y conceptos que no forman parte habitual de investigaciones como las que acabamos de ver. Palabras y conceptos tales como:
…protagonismo, apoyo emocional, implicación de la pareja de igual a igual, transición de rol, dimensión existencial, evento vital y significativo, ritual sagrado, intimidad, rito de pasaje, trascendencia, calidez, calma, filosofía del nacer…
Porque parir no es una enfermedad, sino lo más normal del mundo, algo que siempre han sabido hacer muy bien las mujeres.
Referencias bibliográficas y enlaces de interés
Johnson y Daviss (2005). Outcomes of planned home births with certified professional midwives: large prospective study in North America.
Patricia Janssen et al. (2009) . Outcomes of planned home birth with registered midwife versus planned hospital birth with midwife or physician.
De Jonge, A. et al. (2009). Perinatal mortality and morbidity in a nationwide cohort of 529,688 low-risk planned home and hospital births.
Silveira Feyer et al. 2013. Rituais de cuidado realizados pelas famílias na preparação para a vivência do parto domiciliar planejado.
Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal (Ministerio de Sanidad, 2010)
Asociación El Parto es Nuestro