La migración, cuando es forzada, es una experiencia susceptible de ser vivida desde el victimismo y la queja. Pero la migración también puede convertirse en un escenario privilegiado para el desarrollo personal y la reinvención de uno mismo.
La migración, cuando es forzada, es una experiencia susceptible de ser vivida desde el victimismo y la queja. Pero la migración también puede convertirse en un escenario privilegiado para el desarrollo personal y la reinvención de uno mismo.